A las 17:05 de ayer se jugó en Maracaibo la final de la Copa América Venezuela 2007. El gran favorito para llevarse el trofeo era la albiceleste, porque no había perdido ningún partido, por jugar con su “equipo titular” y porque Brasil no había mostrado ese joga bonito al que está acostumbrado, pero el fútbol no es estadísticas, los partidos hay que jugarlos y eso es lo que demostró la verdeamarela en la cancha.
Brasil comenzó a escribir la historia muy temprano, ya a los tres minutos de partido Elano manda un pase de más de 40 metros que es interceptado por Baptista quien busca el espacio y remata dejando sin oportunidad a Abbondanzieri, sin duda un balde de agua fría para los trasandinos.
Tras comenzar el partido contra el viento los argentinos veían como se les escapaba el encuentro de las manos, no encontraban los espacios y Brasil manejaba las acciones y no dejaba jugar a Riquelme que caía al suelo siempre que tocaba la pelota, mientras Messi y Tevez intentaban asociarse sin éxito. Hasta que en el minuto 39 Ayala convirtió el gol número 85 de esta Copa América, pero en su propio arco.
A estas alturas Argentina pensaba en revertir la situación en el segundo tiempo, pero tenía en frente al pentacampeón del mundo que supo manejar los tiempos y el partido, por lo que en la segunda fracción no cambió mucho lo que venía sucediendo, Brasil neutralizando a los hombres clave y Argentina tratando de asociarse sin éxito. Hasta que en el minuto 68 vino el gol de Daniel Alves que sentenció el encuentro.
Así Argentina mantuvo sus 14 copas y Brasil sumó 8, escribiendo la historia de una nueva versión del torneo de selecciones más antiguo de mundo. Por su parte Messi continúa siguiendo los pasos de Diego Maradona quien nunca pudo ganar una Copa América, pero eso es digno de contar más allá de este punto aparte.
Brasil comenzó a escribir la historia muy temprano, ya a los tres minutos de partido Elano manda un pase de más de 40 metros que es interceptado por Baptista quien busca el espacio y remata dejando sin oportunidad a Abbondanzieri, sin duda un balde de agua fría para los trasandinos.
Tras comenzar el partido contra el viento los argentinos veían como se les escapaba el encuentro de las manos, no encontraban los espacios y Brasil manejaba las acciones y no dejaba jugar a Riquelme que caía al suelo siempre que tocaba la pelota, mientras Messi y Tevez intentaban asociarse sin éxito. Hasta que en el minuto 39 Ayala convirtió el gol número 85 de esta Copa América, pero en su propio arco.
A estas alturas Argentina pensaba en revertir la situación en el segundo tiempo, pero tenía en frente al pentacampeón del mundo que supo manejar los tiempos y el partido, por lo que en la segunda fracción no cambió mucho lo que venía sucediendo, Brasil neutralizando a los hombres clave y Argentina tratando de asociarse sin éxito. Hasta que en el minuto 68 vino el gol de Daniel Alves que sentenció el encuentro.
Así Argentina mantuvo sus 14 copas y Brasil sumó 8, escribiendo la historia de una nueva versión del torneo de selecciones más antiguo de mundo. Por su parte Messi continúa siguiendo los pasos de Diego Maradona quien nunca pudo ganar una Copa América, pero eso es digno de contar más allá de este punto aparte.